Patriarcado intelictivo

En 40 años de democracia, todas las leyes relativas a la educación jamás se han tomado en serio los fundamentos y la pedagogía de la igualdad, quizás sea éste uno de los motivos del porque tantas personas siguen poniendo en duda que el machismo es la raíz de la violencia de género, que hay hombres que someten, que humillan, que lesionan y asesinan a sus parejas por la simple razón de creerlas de su posesión.

Recientemente, esta misma semana, la televisión pública puso a 4 hombres, precisamente carentes de valores feministas e igualitarios, a dirigir un programa sobre el acoso sexual tratadownload.jpgdo como un tema del corazón, un tema banal. Negando lo evidente, ya sea por su gran ignorancia o su inequidad:  prestarse a dar cobertura desde atalayas intelectuales a la rancia y narcisista mentalidad que siempre ha dominado la intellegentia.  ¿A caso teme su ego a verse superado? Temen a la mujer autónoma, libre. La palabra es miedo, miedo a sentirse acomplejados ante una mujer fuerte. Sin embargo, no todos son así, no todos son una lacra que se nutre de la crítica y la objeción por la lucha de la igualdad de mujeres. 

Recordemos que  España ha sido  (y en menor parte lo sigue siendo ) un país de arraigada tradición machista, la muerte por adulterio o “privilegio de la venganza de sangre” fue un derecho legítimo del marido hasta 1963, cuando se revisó y se eliminó del Código Penal. La violencia de género, a pesar de todo, continúa siendo una constante y acaba cada año con decenas de vidas de mujeres, que aún son consideradas como propiedades de sus cónyuges o parejas sentimentales.

A día de hoy parece ser que existe  unanimidad política sobre la gravedad de la violencia machista. En cambio, prevalece un arrastre de pensadores que ridiculiza el feminismo o el «populismo de género» como paso previo para minimizar una lacra que se considera casi inevitable. Hombres y mujeres que, desde el establishment, reducen el problema al número de víctimas mortales, como si no existieran causas sociales y culturales que, en última instancia, derivan en crímenes de sangre.

Me parece llamativo que tantos acuñen el termino «feminazi» para descalificar las feministas, pero no hagan alusión al término «hombresnazis» aquellos hombres que han asesinado a  más de 900 mujeres en los últimos 15 años.

O que hagan alusión al caso » Juana Rivas»  mientras se muestran comprensivos con un maltratador condenado.

O que interpreten las estadísticas para perpetuar los roles: el hombre, víctima; la mujer, perversa.

O que adornen sus objeciones y su oposición con el cuento de siempre: » ES QUE MUCHAS SON DENUNCIAS FALSAS» cuando  Fiscalía acreditó en su informe anual de 2016 que  éstas suponen el 0,014% del total.

O que se utilicen los reiterados y tópicos de siempre: «si no denuncia es por tonta»  «eso le pasa por salir sola», eso le pasa por vestir de tal forma , «ESO LE PASA « o sea que la propia víctima es merecible de tal agresión según. este argumento. Me repugna.

El reciente Pacto de Estado consensuado  por todos los partidos ha traído cosas buenas: 1.000 millones de euros y 212 nuevas medidas dirigidas a prevenir la violencia machista desde el colegio y ampliar la protección. ¿Insuficientes? Sin duda, pero poco a poco.

La clave de todo esto, desde una óptica liberal, no es escoger entre individuo o colectivo. La clave es la NO COACCIÓN. Recordemos que en la defensa de la libertad de la mujer hay que trabajar en equipo, donde la aspiración final sea poner fin a la imposición coactiva de las identidades y redefinir y subvertir la sociedad patriarcal en su lógica dominante.

 

 

 

 

 


Sed buenos y justos.

 

 

 

2 comentarios

  1. No puedo estar en desacuerdo con todo lo dicho. Son hechos. Ahora bien, la verdad es que muchas mujeres, en vez de tener un comportamiento fuerte y digno, reivindicando sus merecidos derechos, se valen de una falsa y aparente “debilidad femenina” que necesita del hombre perfecto, estereotipado y con un punto de machismo moderado. Esas mujeres que, ejerciendo su libertad, se buscan energúmenos (que haberlos los hay) en vez de ser fuertes, libres y autónomas, y valoren las cosas con un prisma de crítica, realidad y fortaleza. Más allá de la existencia del machismo, también es un hecho que existen personas problemáticas o incluso malvadas. No nos engañemos: contra el machismo debemos ser todos, hombres y mujeres, que pongamos nuestro granito de arena. Como reflexión personal, creo que la televisión, el cine, los medios, y en general todos los estereotipos comunicativos, han contribuido sobremanera, no ya solo a la existencia de mujeres obsesionadas y débiles (seré sincero, a mi me gustan las valkirias), también a una locura de perfección en el sexo masculino, que ve manchada su hombría en caso de no ser perfecto (según estereotipos) físicamente, ser millonario, y tener un éxito casi irreal respecto del sexo opuesto. Éstas necesidades masculinas son el principio del machismo, pues ponen relevancia en un superhombre -literalmente- que debe dominar a cualquier precio y bajo cualquier circunstancia. El hombre sin machismo pondera, es realista, y de sus defectos hace virtudes; incluso de su poco éxito con las mujeres hace humor y lo vuelve una fortaleza, y justamente, de esa debilidad convertida en armadura, nace una persona auténtica, un hombre sin complejos que, efectivamente, es más capaz de hacer feliz a una mujer normal. Pensar en hombrías o, en el caso de las mujeres, la obsesión por gustar al hombre y la necesidad de un macho alfa, son los principales elementos del machismo endémico, el cual, si además unes problemas serios de autocontrol, sucede en las peores desgracias. A modo de final, la paradoja es admitir que el auténtico superhombre, o supermujer, es aquella persona que se sobrepone con tesón a las inclemencias de la vida y, habiendo triunfado o no en sus propósitos, no los ha abandonado jamás y prefirió morir con las botas puestas a ser un esclavo de los vientos caprichosos que otros soplan. Haced caso a Selena, sed buenos y justos, pero sobretodo críticos.

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    • Apreciado Guillermo, en primer lugar agradecerte tu interés y tu preocupación por contrastar y discernir este artículo. Verás sin duda estoy completamente de acuerdo con lo que has apuntado, es cierto: el propio patriarcado se gesta en las propias mujeres, por una parte aquellas madres que inculcan a los HIJOS ese afán de posesión, esa necesidad de hacerse con todo que termina en convertirse en analogía cuando se trata de la mujer. » Mi mujer, mía, de mi posesión, de mi propiedad, ergo me permito hacerle aquello que yo quiero «.
      En segundo lugar las propias madres cuando transmiten a sus HIJAS esos valores ficticios, estereotipados, utópicos en conseguir el HOMBRE PERFECTO, buscar un príncipe azul, un hombre perfecto un SALVADOR que te salve de todo, que te trate como una » princesa »
      Si juntamos a una princesita y a un macho alfa el resultado es EXPLOSIVO 💥!
      DEBEMOS en primer lugar evitar aquellas conductas machistas .
      Esas mosquitas muertas a las que aludes son sin duda el MEJOR amigo del patriarcado, aquellas que buscan un hombre poderoso, con hombría para seguir valiéndose de su conducta inferior, la cual adoran, cosa que cada día comprendo menos.

      La clave SIN DUDA, es el argumento falaz que muchos usan para criticar la libertad de la mujer. Hace un años el machismo se amparaba en la religión, pero ahora se justifica en el ataque a las libertades de la mujer. Cuando una anda sola, viste como quiere y hace lo que más desea se le ataca su libertad, porque su libertad, su autonomía es contraria a la moral de muchos hombres que se sienten atacados.

      LAISSEZ FAIRE

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