Toda la oposición del Ayuntamiento de Barcelona ha negado su confianza a la alcaldesa, Ada Colau, en el pleno extraordinario en el que la primera edil ha perdido la cuestión de confianza a la que se ha sometido para aprobar los Presupuestos, y ha retado a la oposición a acordar un alcalde alternativo. Ningún grupo político de los que forman el gobierno apoyaron la cuestión.
Ni el PSC, Ciudadanos, PP, CUP, PDeCAT y ERC han votado en contra, siendo el resultado final de 30 votos en contra y 11 a favor (los de Barcelona en Comú).
“ Si creen que el Gobierno actual es lo peor que puede pasar a la ciudad, tienen la responsabilidad de hacer una alternativa”– Afirma Colau.
La oposición dispondrá de un mes para elegir un nuevo alcalde y unos presupuestos alternativos. En el caso de que no se logre, el proyecto presupuestario de Ada Colau se aprobará automáticamente. La alcaldesa de Podem, que se negó a hablar durante el Pleno, delegando sus palabras en Gerardo Pisarello.
Colau afirma que su administración es la más estable y la más activa de Cataluña, según ella por la parálisis de la judicialización del PP, y por la declaración de independencia irresponsable que nos ha conducido a una situación límite.
Sin embargo, no mezclemos las cosas. La posible judicialización a la que alude la Alcaldesa nada tiene que ver con los presupuestos de Barcelona, nada tiene que ver con la gestión pública que le compete y mucho menos con la pérdida de confianza que padeció ayer. Es cierto, que el “procés” puede complicar la inestabilidad de su gobierno, pero éste, era ya frágil . Ha sido la gota que ha colmado el vaso.
Por citar algunos ejemplos , empezando por la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Colau le pidió al entonces responsable del proyecto, Jaume Collboni, que no se esmerase demasiado en defender el proyecto porque a las bases de su partido no les interesaba.
Otros proyectos que ya se estaban construyendo en Barcelona se han visto paralizados, como las obras de la plaza de las Glòries. Fue en abril cuando Colau rescindió el contrato con la UTE constructora del proyecto, desoyendo al resto de partidos del ayuntamiento, que votaron en contra.
También modificó la actividad habitual del consistorio para que no coincidiera ninguna comisión previa al pleno de diciembre en campaña electoral. Se creía entonces que iba a ser una de las protagonistas de su grupo, Catalunya en Comú-Podem, pero lo cierto es que apenas apareció. Únicamente en el programa de televisión Sálvame…
A cada uno, lo suyo.
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